Desde …(a rellenar por el remitente)… con amor.
Desde …(a rellenar por el remitente)… con amor.
Enviar y recibir tarjetas postales comestibles.
Ali&Cia.
Septiembre 2008.
Remitente:
-Alguien en estado de gracia comunicativa que tenga algo que expresar.
-Apoya el codo de la mano que mantiene la afilada pluma de zanahoria sobre una mesa cubierta por un plano turístico del lugar en que se encuentra, a modo de mantel.
Destinatario:
Su ser querido con la boca abierta de expectación.
Instrumentos: tintero, pluma, postales, sellos, sobre y buzón.
Tinteros:
Repertorio de vasitos de chupitos con tintas comestibles según el contenido a expresar.
Ejemplos:
Deseos apasionados: salsa verde de aguacate con cilantro y ají.
Melancolía: salsa violeta de lombarda con frambuesas y vinagre de jazmín, o una inocente bechamel de merluza en blanco para la carta a la madre.
Pluma:
Una zanahoria bien afilada, una ramita de perejil, una cereza con rabito.
Postales:
Tabletillas de masa cocida tipo galletas saladas o dulces, típicas del lugar.
Sellos:
Elocuentes de la circunstancia. Desde la playa: una anchoa enrollada y superpuesto un boquerón frito que se estampa en el ángulo superior de la postal. Desde la montaña: un trozo de queso de pastor con pan rústico y algunas hierbas aromáticas silvestres que activen la ilusión.
Sobre:
Para casos de gran intimidad, un sándwich sellado por los bordes o un pan pita.
Buzón:
La salivante boca del destinatario con los ojos cerrados y el olfato alerta
Situación individual o colectiva.
Del subconsciente emerge el contenido de la inspiración: ¡Estás para comerte! Lo que necesito comunicarte es pura sensorialidad, toda mi sensualidad a través del único vehículo que puede transmitirlo: la comida tan exuberante como tú….
Destinatario y remitente, solos o en grupo, proceden a escribir contando sólo con el instrumental comestible como su interlocutor.
Posdata.
Inmersos en los paraísos de la pasión fruitiva, de la fusión y asimilación plena del destinatario, los remitentes elegirán y fabricarán los instrumentos a partir de aquellos ingredientes y condimentos que por su potencial semántico comprendan que no les van a traicionar sino que reproducirán sus sentires. Los ejemplos que se han dado, sin valor de recetas, son sólo pinceladas de sugerencias.
Enviar y recibir tarjetas postales comestibles.
Ali&Cia.
Septiembre 2008.
Remitente:
-Alguien en estado de gracia comunicativa que tenga algo que expresar.
-Apoya el codo de la mano que mantiene la afilada pluma de zanahoria sobre una mesa cubierta por un plano turístico del lugar en que se encuentra, a modo de mantel.
Destinatario:
Su ser querido con la boca abierta de expectación.
Instrumentos: tintero, pluma, postales, sellos, sobre y buzón.
Tinteros:
Repertorio de vasitos de chupitos con tintas comestibles según el contenido a expresar.
Ejemplos:
Deseos apasionados: salsa verde de aguacate con cilantro y ají.
Melancolía: salsa violeta de lombarda con frambuesas y vinagre de jazmín, o una inocente bechamel de merluza en blanco para la carta a la madre.
Pluma:
Una zanahoria bien afilada, una ramita de perejil, una cereza con rabito.
Postales:
Tabletillas de masa cocida tipo galletas saladas o dulces, típicas del lugar.
Sellos:
Elocuentes de la circunstancia. Desde la playa: una anchoa enrollada y superpuesto un boquerón frito que se estampa en el ángulo superior de la postal. Desde la montaña: un trozo de queso de pastor con pan rústico y algunas hierbas aromáticas silvestres que activen la ilusión.
Sobre:
Para casos de gran intimidad, un sándwich sellado por los bordes o un pan pita.
Buzón:
La salivante boca del destinatario con los ojos cerrados y el olfato alerta
Situación individual o colectiva.
Del subconsciente emerge el contenido de la inspiración: ¡Estás para comerte! Lo que necesito comunicarte es pura sensorialidad, toda mi sensualidad a través del único vehículo que puede transmitirlo: la comida tan exuberante como tú….
Destinatario y remitente, solos o en grupo, proceden a escribir contando sólo con el instrumental comestible como su interlocutor.
Posdata.
Inmersos en los paraísos de la pasión fruitiva, de la fusión y asimilación plena del destinatario, los remitentes elegirán y fabricarán los instrumentos a partir de aquellos ingredientes y condimentos que por su potencial semántico comprendan que no les van a traicionar sino que reproducirán sus sentires. Los ejemplos que se han dado, sin valor de recetas, son sólo pinceladas de sugerencias.
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